domingo, 27 de diciembre de 2009

2012



Actualmente se han escuchado comentarios acerca del año 2012 y los mismos relacionados con el calendario maya. Inclusive se ha realizado una superproducción cinematográfica basados en el mismo tema.

Pero ¿que dicen aquellos que estan mas cerca de esa cultura ?. ¿ Cual es el mensaje que ellos pueden decodificar acerca de lo que dejaron los Mayas?

Alguien que representa a diferentes grupos étnicos relacionados con esta cultura es el sacerdote Maya-Azteca Quetza-Sha, que a continuación, comparto parte de una entrevista realizada por un periodista de New Earth News, luego de una conferencia en la ciudad de Mérida , Mexico (Yucatán) , esa conferencia culminó con una ceremonia al final del equinoccio, en los templos sagrados de Uxmal. Esta poderosa y movilizadora ceremonia fue conducida por el sacerdote Maya-Azteca Quetza-Sha .
La entrevista es interesante y entre otros temas , expresa su opinión acerca de año 2012:


JILL: Los Mayas han estado aquí hace miles de años atrás y parecen haber desaparecido sin dejar ningún tipo de rastro. ¿Quiénes eran los mayas y por qué han dejado atrás tanta información profética?


QUETZA-SHA: Los Mayas desaparecieron de la tierra y dejaron los templos sagrados del conocimiento para que los seres humanos se preparen para la nueva raza del futuro. Los mayas vienen de Plutón, Neptuno y Urano y en cada templo sagrado han dejado los secretos de la matemática del espíritu. Han habido muchísimas investigaciones alrededor del mundo sobre quiénes eran los mayas y dónde se han ido. Ellos provenían de las estrellas para dejar el conocimiento sagrado a través del lenguaje del espíritu de Kulkulkán. Ellos crearon la geometría "galáctica" y nuevos sistemas solares. Para los Mayas, nosotros somos el resultado de la gestación de otras razas solares y lunares y es ahora, en este nuevo milenio la activación de la matemática y geometría del lenguaje del espíritu. Dicho lenguaje no es indígena, es el lenguaje Maya "galáctico". Hay dos tipos de Mayas, los indígenas y los galácticos. Esta información nos conducirá a los centros sagrados para la creación de la nueva raza.


JILL: ¿Cómo definiría el lenguaje matemático y geométrico del espíritu?


QUETZA-SHA: El proceso es micro y macro celular, desde la mente etérica, áurica y astral. Nuestras mentes y cuerpos viven en otras dimensiones. Los Mayas hablan de 108 dimensiones porque ellos no hablan de la evolución del ser interno, sino de tu propio ser dimensional galáctico. Ellos hablan de la creación del sistema solar porque los seres humanos tenemos la capacidad de transformarnos en dioses que pueden crear y cocrear en otras dimensiones cuando sus corazones están abiertos. Así es como nace la geometría que crea las formas físicas y dimensionales como los océanos, montañas, y todo lo demás a lo cual la ciencia aún no ha podido dar respuesta. La matemática Maya es un lenguaje astral del espíritu que explica los códices de los templos sagrados.


JILL: ¿Templos sagrados? ¿Usted se refiere a las ruinas de lugares como Tikal, Tulum, y Palenque, etc?


QUETZA-SHA: Sí, hay muchos templos sagrados Mayas en México, Belice, Honduras y Guatemala. Cuando yo visito estos lugares recibo información actual del contacto físico con las estelas (piedras).Todos estos sitios están codificados.


JILL: ¿Es el calendario T'zolkin un ejemplo de estos códices geométrico-matemáticos de los cuales usted nos habla?


QUETZA: El Calendario Maya es el cerebro astral y áurico que crea nuevos pensamientos en otras dimensiones. No se trata de un juego de acertijos, sino que es el pensamiento cocreador de este sistema galáctico. Por ejemplo, cuando tú te conectas con tu ser interno, llamado Maya y eres consciente de tus acciones en tu vida diaria y decides trascender todas tus limitaciones y apegos - Entras a los templos sagrados para tu iniciación, dónde recibes el conocimiento de ese mismo templo, del pasado, presente y futuro, del cual los Mayas hablaban. A través de estas iniciaciones, te convertirás en un guerrero galáctico y comprenderás la mente galáctica. También, comprenderás el inicio de la creación y continuarás tu camino como un guerrero galáctico.

JILL: ¿Por qué el calendario Maya culmina en el 2012? ¿Es este el fin del mundo?

QUETZA-SHA: No, es el fin de la formación del espíritu que crea todas las religiones del mundo para dar nuevo nacimiento al "6to" Sol Azteca que emerge. El nuevo sol representa sentimientos de la naturaleza, vegetal, mineral, todos los elementos, incluyendo los seres humanos. La transformación es lo que llamamos el Apocalipsis, lo cual es la destrucción de nuestro sentimiento espiritual planetario. Creando nuevas formas de sentimientos, porque las catástrofes naturales, son el resultado de nuestras emociones en un nivel micro celular. Ellas reflejan los sentimientos de la existencia. Mediante esta transformación, para los Mayas es el rapto de un milenio de pensamiento y para la continuación y creación de una nueva raza que será manifestada en equilibrio. El año 2012 no es la destrucción del planeta, pero es la transformación del espíritu, energía sexual, la energía de tu corazón y tu mente en todas las dimensiones de nuestra existencia en el sistema solar. Por ejemplo, la información que hemos recibido en el planeta; de índole económica, política, científica y espiritual está en una transformación de 360 grados.

Puertas Sagradas desde los cuatro puntos cardinales en la tierra se han abierto a través de este lenguaje galáctico para la realización y continuación de la creación del 6to Sol azteca (corazón) y el 9o solar galáctico (pensamiento).

Esto unirá el sentimiento Maya Azteca y luego comprenderemos la creación del nuevo espíritu planetario.

JILL: Los calendarios Mayas y Aztecas profetizaron el retorno de Quetzalcoatl, ¿ha ocurrido esto ya?

QUETZA-SHA: El 11 de Julio de 1991 al mediodía en Mexcaltitlan Nayarit, México, hubo un eclipse de sol y la luna desde el centro de México a Brasil donde una sagrada puerta dimensional del equilibrio fue abierta. Esta abertura es conocida como "El regreso de Quetzalcoatl" y es la energía que a través del sagrado número 9 representa una transformación de los sentimientos, pensamientos y emociones de una nueva raza. Una ceremonia de 27 Ancianos dio comienzo al flujo energético del espíritu. Esta unión de Ancianos representantes de 27 tribus, representa el cambio del espíritu de nuestra raza. Este evento marcó el comienzo de las profecías Mayas en todos los niveles, etérico, físico y astral.
...


sábado, 19 de diciembre de 2009

El magnate de Damasco y el Profeta



Por estos días es bueno dejarnos llevar por la reflexion y el significado de las fiestas navideñas y recordar que hace mas de 2000 años nació un extraordinario ser cuyas enseñanzas han marcado un camino a la humanidad, para reflexionar a continuación extraigo un párrafo del libro "Arpas Eternas" de Luque Alvarez J donde ,independientemente de la fuente de donde se nutre la autora del libro para narrar este pasaje , es interesante tratar de captar el espíritu del mensaje:



Y un poderoso magnate de Damasco, dueño de grandes campos de labranza y de numerosos rebaños de camellos, ovejas y asnos, interrogó al Maestro pidiéndole una mas clara explicación de sus doctrinas sobre el Reino de Dios y el modo de conquistarlo.

- Si tú fueras dueño del mundo ¡Oh Profetaa! ¿cómo ordenarías para hacer felices a todos? ¿Mandarías cortar la cabeza a todos los ricos y repartir sus bienes entre todos los pobres?

El Maestro sonrìó abiertamente y lo miró unos momentos antes de contestarle:

"No, amigo mío. No mandaría cortar la cabeza a nadie porque sólo Dios es dueño de la vida otorgada a sus criaturas. En este plano inferior de la Tierra, la mayoría de los seres no comprenden otro bien que el puramente material, y se aferran a él con una tenacidad que espanta. Como las fieras se traban en encarnizada lucha por los sangrientos trozos de carne muerta, así la mayoría de los habitantes de la tierra pisotean los más puros y santos afectos, cuando han sido tocados, en lo que ellos llaman propiedad suya exclusiva. Por unos estadios de tierra, se matan aquí centenares y miles de hombres.

Me has preguntado, ¿qué haría yo si fuera dueño del mundo? Obligaría a los grandes terratenientes a dejar libertad de cultivar sus tierras a todos los que estuvieran desposeídos de ellas, para que sacaran de allí el sustento para sus vidas, y a la vez, le dieran utilidad al poseedor de la tierra, mediante el pago de un tributo justo, ecuánime y razonable. Nada de amo, de señores tiranos y déspotas, que látigo en mano estrujan la vida del labrador, que deja prematuramente entre los surcos por trabajos forzados, tal cual se hace con feroces criminales dañinos para la sociedad.

Y en todo orden de bienes materiales, haría lo mismo. La tierra es de todos los hombres, que Dios autor de la vida ha mandado a ella, como es el sol, el aire, la luz y la lluvia. Y en este instante paréceme ver al feroz y monstruoso egoísmo, como un buitre con rostro humano que se desespera y enfurece por no haber encontrado aún el modo de acaparar el aire, la luz y el sol, para venderlos en pequeños átomos y a precio de oro. ¡Aún quisiera poder vender el derecho de respirar, de contemplar el espacio azul y de recibir los rayos del sol!...

Esto nos prueba hasta qué punto es baladí y sin fundamento lógico, la propiedad sobre la tierra, sin lo cual se puede vivir en paz y gozar los dones de la vida.

Anda amigo mío y recorre los suburbios de esta populosa ciudad donde en cada choza vive hacinada una numerosa familia. Escucha las quejas de la madre que no alcanza a dar a los suyos el pan necesario para la vida con una mísera medida de trigo que trae el padre al hogar después de haber trabajado duramente de sol a sol. Escucha el llorar de los niños que piden pan, y el padre recoge bellotas de encina que alimentan a los puercos, y se las da a sus hijos que lloran de hambre.

Escucha el gemido de los ancianos que tiemblan de frío junto al hogar apagado, porque los grandes señores dueños de los bosques, quieren un sextercio por la leña que puede llevar un hombre entre sus brazos, y el infeliz no posee en su bolsa ni un solo denario. Escucha el grito desesperado de los leprosos, de los paralíticos, de los ciegos que no pueden ganarse el sustento y que son arrojados de todas partes como larvas venenosas, porque su aspecto repugna a los que visten de púrpura y de oro: porque la conciencia dormida se despierta ante tal espectáculo y les grita: "¡esa piltrafa humana, es tu hermana!.. ¡Socórrele!

Anda amigo mío por esos tugurios, por esas covachas extramuros de vuestras doradas ciudades, por esas madrigueras de raposas, que no son otra cosa que las viviendas de nuestros hermanos desamparados... , anda y mira, y que tú, como todos los potentados de la tierra, no conocen de cerca el dolor del que carece de todo, porque jamás se ocuparon de otra cosa que de procurarse placer y comodidades.

Y cuando hayas visto esos cuadros que no son pintados en lienzos, sino en la carne viva y palpitante; cuando hayas oído todas esas quejas, esos gemidos, ese llorar de niños que rompe el alma en pedazos, vuelve a mí y pregúntame de nuevo. ¿Qué harías si fueras dueño del mundo?


domingo, 13 de diciembre de 2009

La felicidad



En cierta ocasión, se reunieron todos los Dioses y decidieron crear al hombre y la mujer, y planearon hacerlo a su imagen y semejanza.

Entonces uno de ellos dijo:

- “Esperen, si los vamos a hacer a nuestra imagen y semejanza, van a tener un cuerpo igual al nuestro, fuerza e inteligencia igual a la nuestra… debemos pensar en algo que los diferencie de nosotros, ya que, de no ser así, estaremos creando nuevos dioses. Debemos quitarles algo, pero… ¿qué les quitamos?”

Después de mucho pensar otro dijo:

- “¡Ya sé, vamos a quitarles la felicidad!... pero el problema va a ser dónde esconderla para que no la encuentren jamás”.

Propuso el primero:

- “Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo”, a lo que inmediatamente repuso otro:

- “No, recuerda que les dimos fuerza, alguna vez alguien puede subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán donde está”.

Luego propuso otro:

- “Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar”, y otro contestó:

- “No, recuerda que les dimos inteligencia, alguna vez alguien va construir una esquina por la que pueda entrar y bajar y entonces la encontrarán”.

Uno más dijo:

- “Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra”. Y le dijeron:

- “No, recuerda que les dimos inteligencia, y un día alguien va construir una nave en la que pueda viajar a otros planetas y la va a descubrir, y entonces todos tendrán felicidad y serán iguales a nosotros”.

El último de ellos, que era un Dios que había permanecido en silencio, escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás dioses, analizó en silencio cada una de ellas y entonces rompió el silencio y dijo:

- “Creo saber dónde ponerla para que realmente nunca la encuentren”

Todos voltearon asombrados y preguntaron al unísono:

- “¿Dónde?”

- “La esconderemos dentro de ellos mismos… estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontrarán”.

Todos estuvieron de acuerdo, y desde entonces ha sido así: el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la trae consigo...


sábado, 12 de diciembre de 2009

Sabiduría


"El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona"
Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego

Aunque no podamos eliminar el dolor inherente a las leyes de la vida, es mucho lo que podemos hacer para evitar los sufrimientos producidos producidos por la ignorancia y la falta de desenvolvimiento espiritual.

Ademas de desarrollar la sensibilidad para percibir los males y responder a ellos a traves de la accion directa, necesitamos comprender el gran contexto en el que se desarrolla la vida y llegar a las causas que dan origen al sufrimiento. Esta es la labor que , paso a paso, comenzamos a realizar cuando nos disponemos a desenvolvernos espiritualmente.

Si anhelamos desarrolar la sabiduría y aplicarla al bien común, hemos de comenzar por tomar conciencia de nuestra tendencia a juzgar sin saber y por evitar centrar nuestra atención en nuestra problemática personal, expandiendo nuestra visión hacia un entorno mas expansivo. Tambien necesitamos estudiar y aprender al menos lo que otros ya saben sobre las necesidades que deseamos satisfacer.
La sabiduría, por presuponer conocimiento y compasión, va unida al respeto y la delicadeza de trato. El bien no se impone, y la rudeza destruye la bondad de las intenciones. El amor desinteresado es una fuerza que permite ayudar sin herir.
...

Por sobre todo, la sabiduría nos lleva a recordar que el bien es peseguir los fines más altruistas haciendo uso de los medios mas excelentes.

Fuente : Cafh un camino de desenvolvimiento- Enseñanzas - La Sabiduría

sábado, 5 de diciembre de 2009

La Oración


Entonces, una sacerdotisa dijo: Háblanos de la
Oración.
Y él respondió:
Oráis en vuestra pena y en vuestra necesidad; deberíais
también hacerlo en la plenitud de vuestra alegría
y en vuestros días de abundancia.
Porque ¿qué es la oración sino el expandirse de
vuestro ser en el éter viviente?
Y si es para vuestra paz que volcáis vuestra oscuridad
en el espacio, es también para vuestro deleite el
derramar el amanecer de vuestro corazón.
Y, si no podéis sino llorar cuando vuestra alma os
llama a la oración, ella os enjugará una vez y otra aún
llorando hasta que encontréis la risa.
Cuando oráis, os eleváis para hallar en lo alto a los
que en ese mismo momento están orando y a quienes no
encontraríais sino en la oración.
Por lo tanto, que vuestra visita a ese invisible templo
no sea más que éxtasis y dulce comunión.

Porque, si entrarais al templo solamente a pedir, no
recibiréis.
Y si entrarais aun a pedir por el bien de los otros, no
seréis oídos.
Es suficiente que entréis en el templo invisible.
No puedo enseñaros cómo orar con palabras.
Dios no oye vuestras palabras sino cuando Él Mismo
las pronuncia a través de vuestros labios.
Y yo no puedo enseñaros la oración de los mares y
los bosques y las montañas.
Pero vosotros, nacidos de las montañas, los bosques y
los mares, podéis hallar su plegaria en vuestro corazón.
Y si solamente escucháis en la quietud de la noche,
les oiréis diciendo, en silencio:
«Nuestro Señor, que eres nuestro ser alado, es Tu
voluntad la que quiere en nosotros.
Es Tu deseo, en nosotros, el que desea.
Es Tu impulso el que, en nosotros, cambia nuestras
noches, que son Tuyas, en días, que son Tuyos también.
No podemos pedirte nada porque Tú conoces nuestras
necesidades antes de que nazcan en nuestro ser:
Tú eres nuestra necesidad y dándonos más de Ti,
nos lo das todo.»

Extraido del libro "El profeta" de Khalil Gibrán

viernes, 27 de noviembre de 2009

La mente


33. Esta mente voluble e inestable, tan difícil de gobernar, la endereza el sabio como el arquero la flecha.

34. Esta mente tiembla como un pez cuando lo sacas del agua y lo dejas caer sobre la arena. Por ello, hay que abandonar el campo de las pasiones .

35. Es bueno controlar la mente: difícil de dominar, voluble y tendente a posarse allí donde le place. Una mente controlada conduce a la felicidad.

36. La mente es muy difícil de percibir, extremadamente sutil, y vuela tras sus fantasías. El sabio la controla. Una mente controlada lleva a la felicidad.

37. Dispersa, vagando sola, incorpórea, oculta en una cueva, es la mente. Aquellos que la someten se liberan de las cadenas de Mara.

38. Aquel cuya mente es inestable, no cono ce la enseñanza sublime, y aquel cuya confianza vacila, su sabiduría no alcanzará la plenitud.

39. Aquel cuya mente no está sometida a la avidez ni es afectada por el odio, habiendo trascendido tanto lo bueno como lo malo, permanece vigilante y sin miedo.

40. Percibiendo que este cuerpo es frágil como una vasija, y convirtiendo su mente tan fuerte como una ciudad fortificada vencerá a Mara con el cuchillo de la sabiduría. Velará por su conquista y vivirá sin apego.

41. Antes de que pase mucho tiempo, este cuerpo, desprovisto de la consciencia, yacerá arrojado sobre la tierra, siendo de tan poco valor como un leño.

42. Cualquier daño que un enemigo puede hacer a su enemigo, o uno que odia a uno que es odiado, mayor daño puede ocasionar una mente mal dirigida.

43. El bien que ni la madre, ni el padre, ni cualquier otro pariente pueda hacer a un hombre, se lo proporciona una mente bien dirigida, ennobleciéndolo de este modo.


Extraido de Dhammapada (obras de la literatura Buddhista)

domingo, 22 de noviembre de 2009

La taza de té


Un importante catedrático universitario se encontraba últimamente en extraños estados de ánimo: se sentía ansioso, infeliz y si bien creía ciegamente en la superioridad que su saber le proporcionaba, no estaba en paz consigo mismo ni con los demás. Su infelicidad era tan profunda cuan su vanidad.

En un momento de humildad había sido capaz de escuchar a alguien que le sugería aprender a meditar como remedio a su angustia. Ya había oído decir que el zen era una buena medicina para el espíritu.

En su región vivía un excelente maestro y el profesor decidió visitarle para pedirle que le aceptara como estudiante.

Una vez llegado a la morada del maestro, el profesor se sentó en la humilde sala de espera y miró alrededor con una clara -aunque para él imperceptible- actitud de superioridad. La habitación estaba casi vacía y los pocos ornamentos sólo enviaban mensajes de armonía y paz. El lujo y toda ostentación estaban manifiestamente ausentes.

Cuando el maestro pudo recibirle y tras las presentaciones debidas, el primero le dijo: "permítame invitarle a una taza de té antes de empezar a conversar". El catedrático asintió disconforme. En unos minutos el té estaba listo. Sosegadamente, el maestro sacó las tazas y las colocó en la mesa con movimientos rápidos y ligeros al cabo de los que empezó a verter la bebida en la taza del huésped. La taza se llenó rápidamente, pero el maestro sin perder su amable y cortés actitud, siguió vertiendo el té. El líquido rebosó derramándose por la mesa y el profesor, que por entonces ya había sobrepasado el límite de su paciencia, estalló airadamente tronando así: " ¡ Necio ! ¿ Acaso no ves que la taza está llena y que no cabe nada más en ella ?". Sin perder su ademán, el maestro así contestó: "Por supuesto que lo veo, y de la misma manera veo que no puedo enseñarte el zen. Tu mente ya está también llena".

Cuento Zen

sábado, 14 de noviembre de 2009

Disciplina exterior


"A través de nuestro trabajo interior nos desembarazamos progresivamente de las mareas mentales y emotivas que enturbian nuestra visión del ideal espiritual, traban nuestra comprensión y vician la relación que tenemos con nosotros mismos y con los demás. Sobre todo, trabajamos sobre nuestros hábitos de autocomplacencia, de autocompasión y de autojustificación."


"Si hubiera sabido..." "Si me hubiera dado cuenta..." Estas reflexiones después de los hechos nos ayudan a comprender lo que pasó pero rara vez nos ayudan a prevenir errores dolorosos. El hábito de reflexionar se activa con el dolor, el fracaso, los problemas. Cuando aparentemente todo anda bien, tendemos a pensar ",quién tiene necesidad de reflexionar?" También a veces pensamos que no necesitamos ninguna ascética, que la experiencia misma hos enseña. Pero la muerte inesperada de algún ser querido, un problema grave de salud, la pérdida de empleo o cualquier otra crisis nos hace perder la serenidad, cuando no el discernimiento que podríamos haber tenido.

La experiencia enseña siempre. A veces por repetición sin fin, otras veces porque nos fuerza al desapego para el cual no estábamos preparados. Otras veces nos confronta con situaciones que hacen evidente nuestro modo de vivir errático. Pero, ¿qué provecho sacamos de todo esto? ¿Cuánto aprendemos realmente de lo que enseña la experiencia? ¿Qué sistema usamos para no repetir infructuosamente las mismas experiencias una y otra vez, para no cristalizar esa repetición en una forma de ser, para entregar lo que la vida nos pide sin que nos tenga que ser arrancado a la fuerza y nos suma en la desesperación y el dolor?

Si hacemos un hábito de la reflexión y si, además, formulamos un programa para poner en práctica lo que aprendemos en la reflexión, tenemos la posibilidad de liberarnos de la cadena que nos ata a la experiencia ciega.


Los ejercicios de meditación, el estudio de enseñanzas, la dirección espiritual, la observación de nuestra propia conducta, la aceptación de la retroalimentación, las estrategias para evitar repetir situaciones inconducentes, todo ello y lo que ello implica, constituye la discplina exterior.


Fuente : Cafh un camino de desenvolvimiento- Enseñanzas - Matices de la Oración



viernes, 30 de octubre de 2009

Autoconocimiento

" Muchos siglos atrás Sócrates indicó: "Conócete a ti mismo". También dijo:."Sólo sé que no sé nada". Con estas dos aseveraciones tan simples marcó un camino de libertad, autocontrol, amor a la verdad y al conocimiento. Es muy importante que notemos que no dijo "conoce a los demás", "juzga a los demás", ni tampoco "los demás no saben nada". El primer enfoque nos lleva hacia la sabiduría.El otro, de practicarlo, nos llevaría hacia la soberbia y la ignorancia.

La libertad es el bien más preciado del ser humano. Sobre el derecho a la libertad se basan todos los demás derechos. La sociedad, cuanto más avanzada, más garantiza la libertad individual. Sin embargo, la sociedad sólo puede garantizarnos la libertad exterior. El modo en que usamos esa libertad exterior y la conquista de la libertad interior dependen de nosotros.

Para poder ejercer nuestra libertad tenemos que tener dominio sobre nuestra voluntad, conocer nuestra fuerza interior y cultivarla, conocer nuestras limitaciones y esforzamos por superarlas y también saber respetar la libertad ajena. Esta no es tarea fácil ya que presupone el conocimiento de nosotros mismos, el deseo de aprender y de saber y el desarrollo del sentido de responsabilidad.

Los instintos, los deseos, lo que no sabemos, lo que creemos saber, la ambición, el egoísmo, en general todas las pasiones que nos dominan y controlan, coartan nuestra libertad constantemente. La educación común nos prepara para un cierto grado de autocontrol que nos permite funcionar en la sociedad: controlarnos la indolencia para ir a trabajar; nos sentamos por horas para estudiar; limpiamos la casa en vez de ir a pasear porque nos importa lo que los demás piensan de nosotros. Sin embargo, estos actos de autocontrol no nos hacen sentir rns libres . A menudo nos quejamos del yugo de la vida en sociedad y en familia, de todos los sacrificios que debemos hacer para cumplir con las obligaciones del diario vivir.

El autocontrol que nos libera es el que se basa sobre el conocimiento de nosotros mismos, no el que nace de la represión de las tendencias naturales para responder a las demandas sociales.Este último tipo de autocontrol se establece al mismo nivel de las pasiones y genera luchas interiores y problemas emocionales: como nos identificamos con las pasiones que combatimos, sentimos que, al controlamos, nos agredimos a nosotros mismos. Esto nos encierra en un circulo vicioso de triunfos y fracasos, triunfamos y fracasamos simultáneamente (triunfamos al lograr autocontrol, pero fracasamos en nuestro esfuerzo por alcanzar una libertad que no terminamos de comprender).
Es así que a veces nos encontramos queriendo cambiar el pasado, añorando ser otra vez adolescentes, o volver a la niñez, o cambiar de situación familiar, o cualquier otro escape, para curar las heridas producidas por lo que no fue —o no es— como hubiéramos querido que fuera. En este estado de conciencia la libertad es una quimera. Para superar esta situación es necesario que cambiemos de punto de vista.
La comprensión de nuestra vida y circunstancia particular, el reconocer que no sabemos, el deseo de saber, la necesidad de amar con todo nuestro corazón, son las bases para el conocimiento de nosotros mismos.

Fuente : Cafh un camino de desenvolvimiento- Enseñanzas - Matices de la Oración

domingo, 4 de octubre de 2009

Descubrir nuestra verdadera naturaleza


Había una vez un campesino que fue al bosque vecino a atrapar un pájaro para tenerlo cautivo en su casa. Consiguió cazar un pichón de águila. Lo colocó en el gallinero, junto con las gallinas. Comía mijo y la ración propia de las gallinas, aunque el águila fuera el rey o la reina de todos los pájaros. Después de cinco años, este hombre recibió en su casa la visita de un naturalista. Mientras paseaban por el jardín, dijo el naturalista:

-Este pájaro que está allí no es una gallina. Es un águila. -De hecho -dijo el campesino- es águila, pero yo lo crié como gallina. Ya no es un águila. Se transformó en gallina como las otras, a pesar de tener las alas de casi tres metros de extensión.

-No –dijo el naturalista – ella es y será siempre un águila pues tiene un corazón de águila. Este corazón la hará un día volar a las alturas.

-No, no –insistió el campesino-. Ella se convirtió en gallina y jamás volará como águila.

Entonces, decidieron hacer una prueba. El naturalista tomó el águila, la levantó bien en alto y, desafiándola, le dijo:

-Ya que usted es de hecho un águila, ya que usted pertenece al cielo y no a la tierra, entonces, ¡abra sus alas y vuele!

El águila se posó sobre el brazo extendido del naturalista. Miraba distraídamente alrededor, vio a las gallinas allá abajo, picoteando granos y saltó junto a ellas.

El campesino comentó:

-Yo le dije, ¡ella se convirtió en una simple gallina!

-No –insistió el naturalista-. Ella es un águila. Y un águila será siempre un águila, experimentaremos nuevamente mañana.

Al día siguiente, el naturalista subió con el águila al techo de la casa. Le susurró:

-Águila, ya que usted es un águila, ¡abra sus alas y vuele!

Pero, cuando el águila vio allá abajo a las gallinas, picoteando el suelo, saltó y fue junto a ellas. El campesino sonrió y volvió a la carga:

-Yo le había dicho, ¡ella se convirtió en gallina!

-No –respondió firmemente el naturalista. Ella es águila, poseerá siempre un corazón de águila. Vamos a experimentar todavía una última vez, mañana la haré volar.

Al día siguiente, el naturalista y el campesino se levantaron bien temprano. Tomaron el águila y la llevaron fuera de la ciudad, lejos de las casas de los hombres, en lo alto de una montaña. El sol naciente doraba los picos de las montañas. El naturalista levantó el águila al cielo y le ordenó:

-Águila, ya que usted es un águila, ya que usted pertenece al cielo y no a la tierra, ¡abra sus alas y vuele!

El águila miró alrededor. Temblaba como si experimentase una nueva vida. Pero no voló. Entonces, el naturalista la tomó firmemente, en dirección del sol, para que sus ojos pudiesen llenarse de la claridad solar y de la vastedad del horizonte. En ese momento, ella abrió sus potentes alas, graznó con el típico kau, kau de las águilas y se levantó, soberana, sobre sí misma.

Y comenzó a volar, a volar hacia lo alto, a volar cada vez más alto. Voló… Voló hasta confundirse con el azul del firmamento.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Las circunstancias materiales

Por mas que nos dediquemos a cultivar nuestro espíritu, esa no es excusa para desatender nuestras necesidades materiales.

A veces nos parece que el esfuerzo diario que hacemos para subsistir es un obstáculo para nuestro adelanto espiritual; sin embargo, tan pronto empezamos a analizar la situación, nos damos cuenta de que no es así. Desarrollar la capacidad de atender a las necesidades materiales personales y las de quienes dependen de nosotros, sin desatender nuestro trabajo interior, mantiene el equilibrio indispensable para nuestro desenvolvimiento espiritual. Más aún, cuando despierta en nosotros la conciencia de la situación de económica de la humanidad, la necesidad de esforzarnos con eficiencia y dedicación para subsistir se transforma en un medio para participar y trabajar para el bien de todos. Este trabajo por el bien común es inseparable del que efectuamos para nuestro desenvolvimiento espiritual.
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Cuando es muy grande la privación que nos imponen las circunstancias materiales no tenemos otra opción que la de aplicar toda nuestra energía al esfuerzo para sobrevivir. Sin embargo, tan pronto como alcanzamos un poco de holgura material aparece la tentación de vivir sin esforzarnos, de escapar de la tenaz demanda del trabajo diario. A veces soñamos con cambiar de ocupación, o con mudarnos a otro lugar, o con hacer tareas que, a nuestro juicio, son más importantes que las que estamos efectuando, o bien pensamos que si no tuvieramos que luchar para atender las necesidades materiales podríamos realizar nuestro sueño de liberación espiritual. Cambiar el trabajo que no nos gusta por otro que nos agrada, dejar un lugar para ir a otro más placentero, no siempre nos da los resultados esperados. Si bien cambiar de lugar o de empleo puede darnos nuevas posibilidades, también puede encubir incapacidad para enfrentar las dificultades.

La actitud de sacrificio respecto de las circunstancias materiales nos enseña a enfrentar los desafios que nos abren posibilidades y tambien a aceptar el esfuerzo de mantenernos en lo que estamos haciendo transformando nuestro trabajo en un medio de desenvolvimiento espiritual.

Fuente : Cafh un camino de desenvolvimiento- Enseñanzas - Sacrificio (Edición 2008)

sábado, 19 de septiembre de 2009

¿Liberarse de la mente?



Cuando alguien va al médico y dice: "Oigo una voz en mi cabeza" probablemente lo remitirán a un psiquiatra. El hecho es que, de forma muy similar, prácticamente todo el mundo oye una voz, o varias voces, en su cabeza, todo el tiempo: los procesos involuntarios de pensamiento que usted no se da cuenta que puede detener. Los monólogos o diálogos internos.

Usted probablemente se ha cruzado en la calle con "locos" que hablan o murmuran para si mismos incensantemente. Bueno, esto no es muy diferente de lo que usted y otras personas"normales" hacen, excepto por el hecho de que usted no lo hace en voz alta. La voz comenta, especula, juzga, compara, se queja, acepta, rechaza, y así sucesivamente. La voz no es necesariamente relevante para la situación en la cual usted se encuentra en ese momento; puede pasar revisando el pasado reciente o lejano o ensayando o imaginando posibles situaciones futuras. En este caso, frecuentemente imagina resultados negativos o problemas; este proceso se llama "preocuparse". A veces esta pista de sonido va acompañada por imagenes visuales o "películas mentales".

Incluso si la voz es relevante para la situación del momento, la interpretará de acuerdo al pasado. Esto se debe a que la voz pertenece a su mente condicionada, que es el resultado de toda su historia pasada así como del escenario mental de la cultura colectiva que usted heredó. Así usted ve y juzga el presente con los ojos del pasado y obtiene una vision de el totálmente distorsionada. No es raro que esa voz sea el peor enemigo de la persona. Muchos viven con un torturador en la cabeza que continuamente ataca y los castiga y les drena la energía vital.

Lo bueno es que usted puede liberarse de su mente. Esa es la única liberación verdadera.Usted puede dar el primer paso ahora mismo. Empiece por oír la voz su cabeza tan a menudo como pueda. Preste atención especial a cualquier patrón de pensamiento repetitivo, esos viejos discos, que han sonado en su cabeza quizás durante años. Eso es lo que llamo "observar al que piensa", que es otra forma de decir: escuche la voz de su cabeza, esté allí como si fuese un testigo.

Cuando usted escuche esta voz hágalo imparcialmente. Es decir, no juzgue o condene lo que oye, por que hacerlo significaría que la misma voz ha vuelto a entrar por la puerta trasera. Pronto empezará a darse cuenta de esto: está la voz y estoy yo escuchandola, observándola. Esta compresión del Yo Soy, esta sensación de su propia presencia, no es un pensamiento. Surge de más allá de la mente.

Extraído del libro el "El Poder del Ahora" Eckhart Tolle

domingo, 13 de septiembre de 2009

Ciencia y Espiritualidad

¿Se esta relaciónando la ciencia con la espiritualidad ?. Hace un par de años se dió a conocer una película-documental que hace referencia a la Física Cuántica y donde vierte conceptos de ciencia, que de alguna manera tocan aspectos relacionados con la religión y la espiritualidad a continuación una porción de esa película:

Es entre tú y Dios


Da siempre lo mejor
Y lo mejor vendrá ...
A veces las personas son egoístas, ilógicas e insensatas ...
Aún así perdónalas
Si eres amable, las personas pueden acusarte de egoísta e interesado ...
Aún así sé gentil .
Si eres un vencedor, tendrás algunos falsos amigos y algunos enemigos verdaderos ...
Aún así Vence .
Si eres honesto y franco, las personas pueden engañarte ...
Aún así sé honesto y franco .
Lo que tardaste años para construir, alguien puede destruirlo de una hora para otra ...
Aún así ... Construye .
Si tienes paz y eres feliz, las personas pueden sentir envidia...
Aún así ... Sé feliz .
El bien que hagas hoy, puede ser olvidado mañana ...
Aún así ... Haz el bien .
Da al mundo lo mejor de tí, aunque eso pueda nunca ser suficiente ...
Aún así ... da lo mejor de ti mismo .
Y recuerda que, al fin de cuentas ...
Es entre Tú y DIOS ...
Nunca fue entre Tú y ellos ...!


Madre Teresa de Calcuta

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Responsabilidad

Somos parte de un sistema universal de relaciones; nuestras acciones, pensamientos y sentimientos influyen sobre la realidad circundante

Ghandi, un ser humano pobre y aparentemente frágil, en momentos críticos influyo sobre millones de personas simplemente a través de ayunos. La acción imprudente de un individuo puede originar una contaminación y desencadenar una catástrofe ecológica que afecta a familias industria y áreas inmensas de aguas y tierras preciosas.

Estos ejemplos , si bien sobresalientes, nos dan idea de la influencia positiva o negativa de las acciones individuales sobre el mundo entero.

No siempre son obvios para nosotros los efectos de nuestras acciones sobre el medio.


En algunos casos por ignorancia , por indiferencia o deliberadamente , no analizamos con suficiente honestidad y profundidad las consecuencias de nuestros actos .

Sin embargo ninguna acción es intrascendente ; si un echo fortuito como la caida de un arbol, puede cambiar el curso de un río, no es dificil comprender que las acciones individuales , cargadas con la fuerza de la intención y la voluntad, afectan al medio y la sociedad.

domingo, 30 de agosto de 2009

Reflejo de la vida

Había una vez un anciano que pasaba los días sentado junto a un pozo a la entrada de un pueblo. Un día pasó un joven se acercó y le preguntó lo siguiente:
-Nunca he venido por estos lugares, ¿cómo son la gente de esta ciudad?
El anciano le respondió con otra pregunta:
-¿Cómo eran los habitantes de la ciudad de donde vienes?
-Egoístas y malvados, por eso estoy contento de haber salido de allá.
-Así son los habitantes de esta ciudad, -le respondió el anciano.
Un poco después, pasó otro joven, se acercó al anciano y le hizo la misma pregunta:
-Voy llegando a este lugar, ¿cómo son los habitantes de esta ciudad?
El anciano le respondió de nuevo con la misma pregunta:
-¿Cómo son los habitantes de la ciudad de donde vienes?
-Eran buenos y generosos, hospitalarios, honestos y trabajadores. Tenía tantos amigos que me ha costado mucho separarme de ellos.
-También los habitantes de esta ciudad son así, -respondió el anciano.
Un hombre que había llevado sus animales a beber agua al pozo y que había escuchado la conversación, en cuanto el joven se alejó le dijo al anciano:
-¿Cómo puedes dar dos respuestas completamente diferentes a la misma pregunta realizadas por dos personas?
-Mira -respondió el anciano-, cada persona lleva el universo en su corazón. Quien no ha encontrado nada bueno en su pasado, tampoco lo encontrará aquí. En cambio, aquel que tenía amigos en su ciudad, también aquí encontrará amigos fieles y leales. Porque las personas son lo que encuentran en sí misma, encuentran siempre lo que esperan encontrar.

Un cuento Sufí

lunes, 24 de agosto de 2009

Relacionandonos con los problemas y dificultades

Nuestra vida sigue una senda con pendientes y asperezas y , en muchos tramos, nos exige un esfuerzo especial para recorrerla.

Las dificultades son aspectos propios de la vida y marcan los momentos que nos exigen mayor atención y esfuerzo.

No estamos libres de dificultades ; tenemos que luchar para subsistir, estamos sujetos a accidentes ,
a enfermedades, a catástrofes naturales, a las limitaciones de la sociedad, a la declinación y a la muerte

Precisamente
, las dificultades señalan los obstáculos que necesitamos superar para continuar desenvolviéndonos.

Los problemas,en cambio son originados por nosotros mismos al no saber enfrentar las dificultades.

Podemos saber fácilmente cuando enfrentamos una dificultad y cuando un problema observando nuestra actitud.

Cuando tenemos un problema queremos dejar de sufrir. Deseamos especialmente, que algo o alguien cambie para eliminar la causa de nuestro sufrimiento.

Esta actitud frecuentemente nos lleva a estrellarnos contra nuestra propia impotencia, ya que muy pocas veces podemos cambiar las circunstancias o a las personas imponiendo nuestros deseos. Como con angustia y reaccion no conseguimos superar nuestro problema, hacemos un problema mayor del conjunto de problemas que generamos con nuestra actitud.

Cuando somos consecuentes con nuestro anhelo de desenvolvernos frente a una dificultad aceptamos ese desafío y lo respondemos a él. Comprendemos que lo que sufrimos es parte de la vida y buscamos en nosostros mismos los recursos que nos ayudan a superar la dificultad.

Comprendemos también que necesitamos ayuda y consejo y los buscamos con una actitud abierta , dipuestos a trabajar.

extraído del libro "El arte de vivir la relación" de Jorge Waxember

sábado, 22 de agosto de 2009

Los dos Lobos



Un viejo cacique de una tribu estaba teniendo una charla con sus nietos acerca de la vida. Él les dijo:

“¡Una gran pelea está ocurriendo dentro de mí!... ¡es entre dos lobos!

Uno de los lobos es maldad, temor, ira, envidia, dolor, rencor, avaricia, arrogancia, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, orgullo, egolatría, competencia, superioridad.

El otro es Bondad, Alegría, Paz, Amor, Esperanza, Serenidad, Humildad, Dulzura, Generosidad, Benevolencia, Amistad, Empatía, Verdad, Compasión y Fe.

Esta misma pelea está ocurriendo dentro de vosotros y dentro de todos los seres de la Tierra".

Lo pensaron por un minuto y uno de los niños le preguntó a su abuelo: “¿Y cuál de los lobos crees que ganará, abuelo?”

El viejo cacique respondió, simplemente...

“El que alimentes.”

domingo, 16 de agosto de 2009

Relacionandonos con nuestro cuerpo


El cuerpo es un instrumento esencial e indispensable para nuestro desenvolvimiento espiritual.
Nos expresamos, experimentamos y aprendemos a través de nuestro cuerpo. Por eso es tan necesario que la relación con nuestro cuerpo se constructiva y este basada sobre el autocontrol y la responsabilidad.
Controlar nuestro cuerpo implica tener dominio sobre nuestros impulsos instintivos y sobre la tendencia hacia la auto-complacencia.
Cuando el impulso hacia la auto-complacencia prima sobre el amor, la soledad y el sinsabor cunden en nosotros , aunque "lo tengamos todo". Es importante, entonces, que comprendamos sus síntomas y consecuencias.
La pereza nos impulsa a buscar excesiva comodidad y a perder dominio sobre nuestra conducta en general.
La gula es un descontrol sobre nuestras necesidades de alimento.

Los impulsos sexuales son expresiones del instinto de conservación de la especie. Cuando están conducidos en por nuestra conciencia, dan frutos de bien. Cuando están dominados por la agresividad y ceguera, dan frutos de dolor. Cuando regimos los impulsos instintivos con la conciencia podemos distinguir con mayor claridad nuestras posibilidades y discernir mejor nuestro paso por la vida.
El control del cuerpo no es un fin en si mismo. De nada valdría que ejerciéramos gran control sobre el cuerpo si después no supiéramos orientar positivamente la energía que generamos con ese control. Que hacer con la energía es tan importante para nosotros como aprender a reservarla.

Somos responsables de nuestra energía, tanto a nivel personal como social.

Nuestra responsabilidad respecto a la energía es personal porque el tiempo de vida útil del cuerpo se puede acortar en forma significativa si no prestamos atención a nuestros hábitos. Somos responsables de que nuestro cuerpo nos rinda todo su potencial.

Nuestra responsabilidad tiene una dimensión social porque lo que hacemos con nuestro cuerpo afecta a la sociedad. Si usamos el cuerpo con sensatez lo transformamos en un elemento social constructivo.Por el contrario, si satisfacemos ciegamente nuestros deseos y seguimos nuestros impulsos sin discernirlos ni tener en cuenta los efectos que puede tener sobre nuestro cuerpo, corremos riesgos innecesarios, ya sea exponiéndonos a accidentes o a contraer enfermedades crónicas o , aun mas, mortales. Tarde o temprano nos transformamos en una carga para los demás y otros tienen que sumir las consecuencia de nuestras conductas.

lunes, 3 de agosto de 2009

Valor y Control Personal

A pesar de todo lo que se ha dicho y escrito sobre el Valor, el miedo no ha dejado por eso de reinar en el mundo.
Desde el temor ancestral que resume en sí todos los espasmos y luchas para la defensa personal, hasta el temor sutilmente disfrazado con el nombre de defensa personal, el miedo no ha dejado de tener en un puño el corazón de los hombres.
Entonces, o la humanidad desconoce el Valor, o tiene un concepto falso del mismo, pues no es atropello, ni bravosidad, sino es un sentido bien equilibrado del Control Personal.
Hay en el ser humano, una defensa que impide a las fuerzas negativas y destructoras penetrar en él: Es la Rueda Control, que vigila continuamente la entrada al ser de toda vibración. Pero cuando el temor se impone, esta puerta sellada se abre, permitiendo la entrada a las fuerzas negativas, a la muerte y a la destrucción.
El valor consiste, entonces, en bien manejar este Control Personal y no el “valor” en el sentido que los hombres dan a esta palabra, que no es más que el par de opuestos del temor.
El Valor del Control está siempre a la altura de su importante misión y no puede dar los aspectos externos del valor humano. Hombres que se consideran valerosos y que se han distinguido por hechos verdaderamente heroicos, tiemblan en un momento dado, por una sombra nocturna; y mujeres que se espantaban al ruido de una puerta, tuvieron en el momento de necesidad, arrojos grandiosos, como aquél de la madre que se lanza a las llamas para salvar a su hijo.
El valor del Control, para ser realizado en toda su plenitud, tiene que ser experimentado en cuatro pasos distintos:
Primer paso: La Sencillez
“Si no os hiciereis niños, no entraréis en el Reino de los Cielos”, dijo el Maestro.
Es indispensable que la sencillez reine en el corazón para que éste se descargue de todos los impedimentos que dificultan su correcto funcionamiento; y el niño es el mejor ejemplo, porque su inconsciencia, su espontaneidad, generan suficiente fuerza para su defensa.
La sencillez es valor; el alma sencilla es, verdaderamente, la que no teme. El alma verdaderamente grande no puede abandonarse de continuo a cavilar sobre lo que vendrá, sobre lo que será, porque está segura de sí misma.
El despreocuparse continuamente, el no pensar en los males venideros, el abandonarse con cierta irreflexión al primer impulso, no sucede sino en el alma esforzada; pero el hombre moderno vive en permanente preocupación; ha enredado su mente de tal modo que vive en continua defensa, en una continua cavilación sobre el mal que le pueden hacer, o que le puede sobrevenir.
Desechar todo esto y vivir el día de hoy, la hora presente, es adquirir, es estar seguro de que el hombre tiene en sí el poder necesario para reaccionar en el momento en que se presente el peligro, y no antes del peligro.
El sirviente de un Místico fue, todo despavorido, a anunciar a su amo que no tenía arroz; y el Místico le contestó: “Cuánto me alegro, así podremos demostrarle a Dios que vivimos abandonados en sus brazos”. Y, ¿no hay un rasgo sublime en aquel acto del General San Martín cuando al anuncio de que el enemigo estaba cerca y sus tropas en peligro, en lugar de disponerse inmediatamente a la defensa, se retiró a dormir?
Los flojos, los que no tienen caudal ni reserva de energías, sí tienen que temer continuamente. Pero aquél que sabe que es una fuente inagotable de energías superiores no tiene por qué temer.
Segundo paso: La Prudencia
Más el Maestro también dijo: “Sed sencillos como palomas pero prudentes como serpientes”.
La Prudencia como el Valor y Control Personal no es aquella indecisión constante, tan habitual en los hombres y que les hace perder las mejores oportunidades por demorarse. La Prudencia es aquella que sabe hasta dónde puede llegar el Control del hombre, y hasta dónde se puede impedir que vaya demasiado lejos y se trasmute en temor.
La Prudencia es una observación continua de las fuerzas personales del hombre y de lo que él puede dar.
Cuando el alma se siente henchida de una santa fuerza que le impulsa a ir en defensa de los oprimidos, a hacer justicia, a ir al martirio si fuera necesario para bien de la humanidad, tiene que detener esas fuerzas y no gastarlas, y considerar lo que haría si su sueño fuera realidad.
Cuántos dicen que darían la vida por su ideal, y al primer golpe que reciben, no sólo no ofrecen lo que habían prometido, sino que lo abandonan y reniegan de él.
Pedro le dice a Cristo: “Yo te amo más que nadie, daría mi vida por Ti”; y, sin embargo, ante el peligro lo reniega, y tres veces. Después de la Resurrección, cuando ya ha a aprendido la lección de que el valor de los sueños no es Valor de la realidad, Cristo le pregunta: “¿Pedro, me amas?”. Y contesta: “Tú sabes si te amo”.
Es fácil ser valiente cuando se está cómodamente sentado en un mullido sillón y se deja que la fantasía corra a la par del humo del cigarrillo. Hay que estar ante la realidad para saber lo que se puede dar y la Prudencia es, en esto, la única maestra.
Llévame contigo Maestro, le decía un impaciente discípulo a su guía espiritual; quiero volar por esos mundos maravillosos que describes, quiero ver las etéreas figuras que pueblan el mundo astral; llévame contigo. Pero el Maestro le amonestaba diciendo que vendría el tiempo, que antes tendría que hacerse fuerte, equilibrarse bien, tener un control a toda prueba antes de enfrentarse con el oculto mundo. Pero como el neófito tanto insistiera, lo llevó consigo al cruce de dos caminos, trazó el círculo mágico, pronunció las solemnes palabras y le dijo al joven: “Ponte allí en el medio y no temas, pues bajará el coche necesario para transportarte a las regiones superiores”. Así lo hizo el discípulo. Pero cuando estuvo en el círculo y oyó el ruido de un vehículo que se acercaba y vio que venía a toda velocidad sobre él, perdió su Control y, al perderlo, coche y caballos se le hicieron inmensamente grandes; ya estaban encima, para aplastarlo, y cayó como muerto. Su valor no era más que curiosidad, porque si hubiera sido Valor prudente de un discípulo discreto, hubiera tenido fuerzas para controlarse en el momento de pavor, que es el paso de un estado a otro estado.
Le preguntaron al rey Salomón: “¿Qué es la sabiduría?” Y él contestó: “La sabiduría alberga en su casa a la prudencia”.
Tercer paso: La Templanza
Para poder vivir sencillamente, en paz y sin el tormento de no poder defenderse, para hacer valer la prudencia y darle mérito para que distinga las fuerzas reales de las ilusorias en la conquista del Valor y del Control personal, es indispensable la Templanza.
La templanza es el tanque en el cual se acumulan las energías del Valor. Controlar y medir todos los actos, privarse de las cosas más agradables, medir con discreción las cosas indispensables, vigilar los pensamientos y las palabras, es ahorrar preciosas fuerzas. Nunca hay que fiarse demasiado de aquél que dice: Yo soy fuerte. Yo sé defenderme. El alarde desmedido nunca podrá ahorrar muchas energías.
Aquel cardenal Peretti, viejecito, achacoso, que caminaba penosamente apoyado en su bastón, no tenía la apariencia de un hombre valiente; por eso los cardenales, reunidos en cónclave, lo eligieron Papa (Sixto V), pensando que podían manejarlo a su antojo; pero él, cuando supo de su elección, enderezó su cuerpo, arrojó lejos de sí su bastón y dijo: “Muchos años he ocultado mis sentimientos; ahora mando yo”. Y gobernó a la Iglesia con mano de hierro.
La templanza, el sacrificio constante de acumular fuerzas, hace que el Centro Control se endurezca como diamante y pueda tolerar todas las vibraciones, aún las más violentas y mortíferas. Se han visto hombres que vivieron encerrados en claustros con su voluntad completamente supeditada a la orden de sus superiores que, cuando empezaron a actuar, demostraron tener un Valor a toda prueba, que no condecía con su educación. Es que la templanza, ejercitada durante muchos años, la renunciación de la voluntad y el dominio de las pasiones les dieron el verdadero Valor, que estriba en el Control Personal de si mismo.
Cuando un temor constante invade al alma, no hay que vencerlo haciendo alarde exterior de no sentirlo, como aquellos que se ponen anteojos azules para ver el mundo con agradable color, sino hay que ahorrar energías diarias para vencerlo. Recién cuando se hallan acumuladas fuerzas suficientes, podrá hacerles frente.
Vienen aquí al caso los siguientes párrafos del capítulo titulado “El Abismo” de la “Simbología Esotérica”: “No te vuelvas para mirar. No te balancees sobre el borde del precipicio; caerías seguramente en él, envuelto en el pavoroso remolino que agita rítmicamente el afanoso respirar de tu Enemiga”.
Cuarto paso: La Fortaleza
Llegados al último paso, el más difícil de todos, se plantea la gran cuestión: El Valor y el Control Personal, ¿se adquieren con la resistencia activa, o con la resistencia pasiva? El ser ¿ha de hacer frente al enemigo con todas sus fuerzas, o ha de abandonarse, como manso cordero, en manos del adversario? La verdadera fortaleza, la que da el supremo Valor, es la que resiste hasta un punto determinado; es indispensable resistir para vencer.
Jacob lucha con un Ángel desconocido, y lo vence; por resistencia se mantiene el Universo, se defiende la vida, se conservan las especies a través del tiempo. Pero esta resistencia del Valor fuerte ha de cesar exactamente cuando el ser está por recoger el fruto de ella.
Es necesario poner un ejemplo vulgar: Un hombre asaltado se defiende, desarma a su enemigo, lo imposibilita para luchar, pero no lo entrega en manos de la policía.
Es proverbial que los verdaderos valientes, que supieron dar una buena lección a sus enemigos y perseguidores, fueron sin embargo, muy nobles y generosos con los mismos en los casos extremos.
Cuando el ser ha comprendido que tiene en sus manos la victoria, que tiene bastante valor para afrontar una situación, entonces se abandona en brazos de aquella despreocupada fortaleza que desprecia el fruto del valor, porque ha conquistado la esencia de la misma.
En resumen, el Valor y su Control Personal son: La Sencillez del niño que no conoce el temor, la Prudencia del anciano que ya no teme ni le importa el peligro, la Templanza del virtuoso que desprecia los excesos de la vida y la Fortaleza del vencedor, que se ha colocado por encima de su propia victoria.

Santiago Bovisio

domingo, 26 de julio de 2009

Sobre vivir el presente

A continuación un extracto de escenas de la película Peaceful Warrior ,( el Guerrero Pacífico), que tiene interesantes reflexiones sobre un modo de enfocar la vida.




(Dedicado a M.T.)

Sobre aprender a escuchar



Cuando escuche a otra persona, no escuche con su mente , escuche con todo su cuerpo. Sienta el campo de energía de su cuerpo interior según escucha. Esto aparta la atención del pensamiento y crea espacio de calma que le permite escuchar verdaderamente sin la interferencia de la mente. Usted esta dando espacio a la otra persona, espacio para Ser. Es el don mas precioso que puede dar. La mayoría de las personas no saben escuchar por que la mayor parte de su atención esta ocupada en pensar. Prestar mas atención a eso que a lo que la otra persona esta diciendo, y ninguna a lo que realmente importa: el Ser de la otra persona bajo las palabras y la mente. Por supuesto, usted no puede sentir el Ser de la otra persona sino a través del suyo. Ese es el comienzo de la realización de la unidad, que es Amor. En el nivel más profundo del Ser, usted es uno con todo lo que es.

La mayoría de las relaciones humanas consisten principalmente en la integración de unas mentes con otras, no en la comunicación de seres humanos, seres humanos en comunión. Ninguna relación puede crecer de esta forma y por eso tantos conflictos en las relaciones. Cuando la mente gobierna nuestras vidas, el conflicto, la disputa y los problemas son inevitables. Estar en contacto con tu cuerpo interior crea un espacio claro de no mente dentro del cual la relación puede florecer.


E. Tolle

sábado, 25 de julio de 2009

Cargando piedras


Hu-Ssong propuso a sus discípulos el siguiente relato:

- "Un hombre que iba por el camino tropezó con una gran piedra. La recogió y la llevó consigo. Poco después tropezó con otra. Igualmente la cargó. Todas las piedras con que iba tropezando las cargaba, hasta que aquel peso se volvió tan grande que el hombre ya no pudo caminar. ¿Qué piensan ustedes de ese hombre?"

- "Que es un necio", respondió uno de los discípulos. "¿Para qué cargaba las piedras con que tropezaba?"

Dijo Hu-Ssong:

- "Eso es lo que hacen aquellos que cargan las ofensas que otros les han hecho, los agravios sufridos, y aun la amargura de las propias equivocaciones. Todo eso lo debemos dejar atrás, y no cargar las pesadas piedras del rencor contra los demás o contra nosotros mismos. Si hacemos a un lado esa inútil carga, si no la llevamos con nosotros, nuestro camino será más ligero y nuestro paso más seguro."

jueves, 9 de julio de 2009

Una forma de Orar


El descubrimiento del Gran Código Isaiah en las cuevas del Mar Muerto en 1946 ha revelado claves sobre nuestro papel en la creación que estuvieron perdidas en las ediciones del siglo 4 a.C. Entre estas claves se encuentran las instrucciones de un modelo “perdido” de orar que la ciencia cuántica moderna sugiere que tiene el poder de sanar nuestros cuerpos, traer paz duradera a nuestro mundo y, quizá, prevenir las grandes tragedias que podría enfrentar la humanidad. Cada vez que empleamos esta tecnología interna para orar, experimentamos “El Efecto Isaiah”.

En las palabras de su tiempo, las tradiciones antiguas, como las de los Escenios, nos recuerdan que cada oración ya ha sido contestada. Cualquier resultado que podamos imaginar, y cada posibilidad que seamos capaces de concebir, es un aspecto de la creación que ya ha sido creado y existe en el presente como un estado “dormido” de posibilidad. Son estas mismas probabilidades de resultados las que proveen las bases del nuevo modelo de Cadena y de la Teoría-N, y muy posiblemente, son responsables de las varias dimensiones de lo que ahora creemos nuestra creación. Desde esta perspectiva, nuestro uso y aplicación de la oración basada en los sentimientos deja de ser menos acerca de “crear” este o el otro resultado y se convierte más en “acceder” al resultado deseado que ya está creado. Mientras las antiguas y las modernas tradiciones parecen estar de acuerdo en la existencia de muchas posibilidades, los cuestionamientos han sido siempre sobre ¿cómo despertamos un resultado específico y lo hacemos real en nuestras vidas actuales? ¿Cómo podemos llamar a la posibilidad de paz en nuestro mundo, por ejemplo, o salud en nuestros cuerpos, posibilidades que ya existen, cuando los eventos de nuestro mundo parecen mostrarnos condiciones de violencia y desastre? La respuesta a esta pregunta, y la clave del Efecto Isaiah, está fundada en develar el misterio de la oración basada en el sentimiento.

Los antiguos Escenios nos recuerdan que hay una poderosa relación entre lo que pasa en nuestro mundo interior de sentimientos y las condiciones del mundo que nos rodea. Quizá increíblemente sencilla, esta relación establece que la condición de nuestra salud, nuestras sociedades, e incluso los patrones del clima, son espejos de la manera en que lidiamos con la vida interiormente. Experimentos recientes en la ciencia de las energías sutiles y la física cuántica ahora arrojan credibilidad precisamente a esas tradiciones.

A través de un lenguaje que apenas estamos comenzando a entender, Isaiah nos muestra cómo acceder a las posibilidades ya creadas de salud, paz y cooperación y traerlas a la realidad de nuestras vidas. Ya que nuestro mundo exterior de acción refleja nuestro mundo interior de sentimientos, sugiere Isaiah, lo hacemos sintiendo como si nuestras plegarias ya hubiesen sido respondidas. Es precisamente el poder de este sentimiento el que trae a la vida a nuestras oraciones. Nuevas investigaciones sugieren que cuando sentimos gratitud respecto al cumplimiento de nuestras oraciones, nuestros sentimiento producen las mismas condiciones, los campos de efecto, que atraen nuevas posibilidades en las condiciones de nuestras vidas.

Comparando Modos de Orar a través del ejemplo de la Paz Global

(OL) = Oración basada en la lógica: solicitando intervención

(OS) = Oración basada en los sentimientos: sabiendo que nuestra oración ya ha sido contestada

1. (OL) Nos enfocamos en nuestras condiciones presentes donde no creemos que la paz exista.

1. (OS) Presenciamos todos los eventos, aquellos de paz y aquellos que vemos como ausencia de paz, como posibilidades sin juicios de correcto e incorrecto, malo o bueno.

2. (OL) Podemos sentirnos desamparados, impotentes o enojados ante los eventos y condiciones que presenciamos.

2. (OS) Liberamos nuestro juicio sobre las situaciones Bendiciendo las condiciones que nos han causado sufrimiento. La Bendición no condena ni consciente el evento o condición. En cambio, reconoce que el evento es parte de la única fuente de todo lo que es (Por favor vea el libro Walking Between the Worlds: The Science of Compassion, para más detalles).

3. (OL) Empleamos nuestras plegarias de petición invitando a la divina intervención de un poder superior para que traiga paz sobre los individuos, condiciones y lugares donde creemos que la paz está ausente.

3. (OS) Experimentando los sentimientos de que nuestra oración ya ha sido contestada, demostramos el antiguo principio cuántico que establece que las cndiciones de paz en nuestros cuerpos se ven reflejadas fuera de nuestros cuerpos.

4. (OL) A través de nuestra petición, inadvertidamente afirmamos las mismas condiciones que menos deseamos. Cuando decimos "Por favor que haya paz", por ejemplo, estamos declarando que la paz no está presente en la situación actual. Haciendo eso, en verdad estamos dándole combustible a la condición que escogimos cambiar.

4. (OS) Reconocemos el poder de nuestra oración y sabemos (sentimos) que el foco de nuestra oración ya se ha convertido en pasado.

5. (OL) Continuamos solicitando la intervención hasta que vemos que el cambio ha sucedido en nuestro mundo o desistimos y abandonamos el camino de la oración.

5. (OS) Nuestra oración ahora consiste de: a) reconocimiento de que la paz ya está presente en nuestro mundo viviendo conforme al conocimiento de que tales cambios han ocurrido; b) reforzando nuestra oración dando gracias por la oportunidad de escoger la paz en vez del sufrimiento.

Extraído del libro The Isaiah Effect