domingo, 31 de enero de 2010

El regalo


Una vez vivió un gran guerrero.

Aunque bastante viejo, él aún podía derrotar a cualquier retador.

Su reputación se extendió a lo largo y ancho del país, y muchos estudiantes se reunieron para estudiar con él.

Un día, un infame joven guerrero llegó a la aldea.

Estaba determinado en ser el primer hombre en derrotar al gran maestro.

Junto con su fuerza, tenía una inexplicable habilidad de notar y de explotar cualquier debilidad en un adversario.

Esperaba a que su rival hiciera el primer movimiento, revelando una debilidad y después golpeaba con una despiadada fuerza y una velocidad de relámpago.

Nunca nadie había durado en un combate con él más allá del primer movimiento.

Muy en contra del consejo de sus preocupados estudiantes, el viejo maestro aceptó con mucho gusto el desafío del joven guerrero.

Cuando los dos estuvieron en guardia para la lucha, el joven guerrero comenzó a lanzar insultos al viejo maestro.

Tiró mugre y escupitajos en su cara.

Por horas lo atacó verbalmente con cada maldición e insulto conocido por los hombres.

Pero el viejo guerrero simplemente estaba parado allí, inmóvil y tranquilo.

Finalmente, el joven guerrero se agotó.

Sabiendo que había sido derrotado, se marchó, sintiéndose avergonzado.

Algo decepcionados porque no luchó con el insolente joven, los estudiantes se reunieron alrededor del viejo maestro y le preguntaron:

“¿Cómo pudo usted aguantar tal indignidad? ¿cómo lo alejó?”.

El maestro respondió:

“Si alguien viene a darles un regalo y ustedes no lo reciben , ¿a quién pertenece el regalo?”.

“Si alguien los insulta y ustedes no reciben esos insultos, ¿ a quién pertenecen esos insultos ?”.

sábado, 23 de enero de 2010

La Compasión


"El problema humano básico es la falta de compasión. Mientras este problema subsista, subsistirán los demás problemas. Si se resuelve, podemos esperar días más felices."

Tenzin Gyatso. Decimocuarto Dalai Lama del Tíbet (1935-)





Cada uno de nosotros responde al dolor humano de acuerdo con sus características personales y con su grado de desenvolvimiento espiritual. Más egoístas somos, más nos apartamos de las penurias humanas escudándonos ya sea en la indiferencia o reaccionando con sentimentalismo, para luego olvidar rápidamente y continuar viviendo como si tales penurias no existieran. La indiferencia nos sume en la insensibilidad y cierra nuestras posibilidades de desenvolvemos espiritualmente. El sentimentalismo gasta nuestras energías en vano; es una reacción emocional que ni alivia el dolor ni despierta la conciencia.

A medida que nos desenvolvemos espiritualmente aumenta nuestra percepción de la necesidad y del sufrimiento de quienes nos rodean, y nuestra respuesta ante el dolor se hace cada vez más genuina y más compasiva.

Las personas bien intencionadas tratamos de aliviar el dolor a través de obras de bien. Los hospitales, los asilos, las instituciones benéficas, son obras que responden a necesidades fisicas, económicas y afectivas del ser humano. Sin embargo todos esos esfuerzos mitigan los males pero no siempre trabajan sobre la raíz misma del sufrimiento. Es necesario que, por lo menos algunos, estemos dispuestos a transmutar el sufrimiento en compasión, comprensión y participación, para que los dolores que puedan evitarse se eviten, para que no sean necesarias las dádivas pues desarrollamos la capacidad de construir sociedades más justas, para que cada uno de nosotros aprenda a ocupar un lugar en el mundo y no usurpe el lugar de los demás.

La compasión nos cambia, nos hace sentir intensamente el sufrimiento de quienes nos rodean y nos lleva a preguntarnos: "Por qué tenemos que sufrir tanto los seres humanos? ¿Por qué somos tan ciegos y nos lastimamos continuamente los unos a los otros?" Por sobre todo nos lleva a preguntarnos: ", Qué puedo hacer para aliviar el dolor ajeno?" Las respuestas a esta última pregunta pueden ser muy variadas pero todas ellas, si son genuinas, nos llevan a comprometemos y a dar de nosotros mismos, no solamente de nuestras posesiones.

Dice una leyenda budista que cuando el corazón del Budha se abre y él mira al mundo, se calman los dolores, se alivian las penas, cesa el llanto y por un instante reina la felicidad. De la misma manera, salvando las distancias, en la medida en que sentimos en nosotros el sufrimiento de la humanidad, estamos creando las bases de un mundo más armónico y dichoso pues ese sentir nos hace responder vitalmente, ofrendando de nosotros mismos.


domingo, 17 de enero de 2010

El Diamante


El sannyasi había llegado a las afueras de la aldea y acampó bajo un árbol para pasar la noche. De pronto llegó corriendo hasta él un habitante de la aldea y le dijo:

- “¡La piedra! ¡Dame la piedra preciosa!”

- “¿Qué piedra?”, preguntó el sannyasi.

- “La otra noche se me apreció en sueños el Señor Shiva”, dijo el aldeano, “y me aseguró que si venía al anochecer a las afueras de la aldea, encontraría a un sannyasi que me daría una piedra preciosa que me haría rico para siempre”.

El sannyasi rebuscó en su bolsa y extrajo una piedra. “Probablemente se refería a ésta”, dijo mientras entregaba la piedra al aldeano. “La encontré en un sendero del bosque hace unos seis días. Por supuesto que puedes quedarte con ella.”

El hombre se quedó mirando la piedra con asombro. ¡Era un diamante! Tal vez el mayor diamante del mundo, pues era tan grande como la mano de un hombre.

Tomó el diamante y se marchó. Pasó la noche dando vueltas en la cama, totalmente incapaz de dormir. Al día siguiente, al amanecer, fue a despertar al sannyasi y le dijo:

- “Dame la riqueza que te permite desprenderte con tanta facilidad de este diamante”.

Anthony de Mello

sábado, 16 de enero de 2010

Cambio


Nada permanece estático. El Buda afirmó: "Lo único permanente es el cambio". Todo nace, se desarrolla y muere para dar paso a otra nueva forma de vida.

Lo único cierto es el cambio, la transformación, la muerte. Cuando nos resistimos a los cambios, los negamos o luchamos contra ellos, sólo le estamos agregando más dolor a la existencia.

La resistencia y la negación de que "algo" debe morir no puede evitar que esto ocurra, sólo crea una fantasía de retraso o prórroga que tarde o temprano habrá que desmontar.

Al final, siempre tendremos que admitir la inminencia de los cierres, las pérdidas, los finales de ciclo.

Enviado por J. Misionero.
Gracias

viernes, 8 de enero de 2010

El ego y la mente



A medida que uno crece, va formándose una imagen mental de sí mismo basada en su condicionamiento personal y cultural. A este yo fantasma lo llamamos ego. El ego es tu actividad mental y sólo puede funcionar mediante el pensamiento constante. El término ego tiene distinto significado según se trate de una persona u otra, pero cuando lo uso aquí me refiero al falso yo, creado por una identificación inconsciente con la mente.


Para el ego, el momento presente apenas existe. Sólo considera importantes el pasado y el futuro. Esta inversión total de la verdad explica por qué, en la modalidad ego, la mente es tan disfuncional. Siempre está tratando de mantener el pasado vivo, porque ¿quién serías sin él? Y se proyecta constantemente hacia el futuro para asegurarse la supervivencia y buscar en él una sensación de liberación o satisfacción. Dice: «Algún día, cuando haya ocurrido esto, lo otro o lo de más allá, estaré bien, en paz, seré feliz.»

Incluso cuando parece que el ego está en el presente, no ve el presente: lo percibe equivocadamente porque lo mira con los ojos del pasado. O reduce el presente a ser un medio para un fin, un fin que siempre reside en el futuro proyectado por la mente. Observa tu mente y comprobarás que funciona así.

El momento presente contiene la clave de la liberación, pero no puedes encontrar el momento presente mientras seas tu mente.


Extraido del libro El poder el Ahora de E.Tolle


sábado, 2 de enero de 2010

La sabiduría del Aguila...



El águila es el ave con mayor longevidad de esas especies. Llega a vivir 70 años; pero para llegara ésa edad, a los 40 debe tomar una seria y difícil decisión, porque sus uñas están apretadas y flexibles y no consigue tomar a sus presas, de las cuales se alimenta.

Su pico largo y puntiagudo se curva, apuntando contra el pecho. Sus alas están envejecidas y pesadas y sus plumas gruesas; volar se hace ya tan difícil!

Por tanto, el águila tiene solamente dos alternativas: morir o enfrentar un doloroso proceso de renovación que durará 150 días.

Este proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí, en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga la necesidad de volar. Después de encontrar ese lugar, el águila comienza a golpear su pico en la pared hasta conseguir arrancarlo; luego debe esperar el crecimiento de uno nuevo con el que desprenderá una a una de sus uñas. Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer, empieza a desplumar sus plumas viejas.

Finalmente, después de 5 meses sale para su vuelo de renovación y a vivir 30 años más.

Aprovechemos la fuerza del la renovación del un nuevo año para liberarnos del peso del pasado y levantar vuelo hacia nuestro ideal espiritual...

Luz, paz y felicidad en el 2010 para la humanidad !!!!!

viernes, 1 de enero de 2010

La Liberación


A pesar de que el destino de los seres humanos es la liberación, la esclavitud del deseo pesa gravemente sobre ellos. En lugar de ir desembarazandose de los lazos que los atan se envuelven cada vez mas en la cadena del dolor.

Aun cuando los seres humanos claman por la libertad, esta es para ellos una esfinge, una Isis velada. La humanidad es esclava de los instintos, esclava de las enfermedades, esclava de la vejez, esclava de la muerte. Los seres humanos anhelan liberarse y por eso dan extrema importancia de alcanzar la felicidad en una vida futura, en los mundos superiores. Pero si no se elimina el deseo en esta vida, la esperanza en la felicidad del mas allá es una quimera y no ayuda a liberarse; simplemente encierra mas en una jaula mas grande. Se escapa de la jaula material para encerrarse en una jaula mental. La liberación se logra por la ausencia del deseo y no desechandolo todo para evitar las consecuencias del deseo.

La ausencia de deseo permite la liberación interior porque hace que el alma no se identifique con el objetivo de su experiencia.
Vivir y amar es participar de la Eternidad si se vive y se ama con el pensamiento puesto únicamente en el fin real. Cuando la vida no ata, cuando el ser humano cruza los senderos de la manifestación conociendo, realizando, cumpliendo, pero sin apegarse a nada, se identifica con la voluntad divina, que es el portal de la Eternidad. Bien dijo Schopenhauer que el principio de lo manifestado fue la voluntad y que por voluntad fue hecho el universo.

El sabio y el santo se encontraron un día y conversando se dieron cuenta que los dos conocian las mismas verdades. El sabo preguntó al santo:"¿Como sabes tú lo que a mí me ha costado tantos años de estudio?" y este contestó: " Lo sé porque lo siento, así como tú lo sientes porque lo sabes.

El amor es el principio del sendero. En el universo todo es expresión de un solo amor. El amor humano es una miniatura del amor divino: por eso aquel que ama puede llegar a la liberación.

Por amor se realizan actos heroicos, se perdonan las faltas, se practican las virtudes, se embellece la fealdad. El amor une el bien y el mal, el alma y el espiritu, lo finito y lo infinito. Jesús dijo a María Magdalena:"Mucho te ha sido perdonado porque mucho has amado"; y Ramakrishna repetía: " Se empieza por el amor y se termina con el amor".
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