lunes, 18 de mayo de 2009

El cambio comienza en cada uno

Nosotros somos el punto de afectación, donde todo empieza.

Y sin embargo, ¿cuántos de nosotros nos despertamos cada día y pensamos en el cuadro completo? ¿Nos despertamos y pensamos: “Lo que haga hoy, mi forma de tratar a los demás y mis acciones, tendrán una repercusión en el mundo entero?”.

Sí, en ocasiones tenemos estos pensamientos. Pero no es algo que tengamos en primera línea de nuestras mentes con la frecuencia suficiente.

Imagina cómo sería la vida si cada uno de nosotros se despertara cada mañana y decidiera: “Hoy va a ser el mejor día de mi vida y el mejor día del mundo. Voy a tratar a todos con amabilidad y dignidad. Voy a dejar que sea mi alma la que camine y hable, y simplemente voy a llevar mi cuerpo a lo largo del paseo”.

¿Qué pasaría entonces? Que iluminaríamos el día de alguien, quien a su vez iluminaría el día de otra persona, y así sucesivamente. Al final del día, es posible que hayamos impresionado a miles de personas. Habría un cambio enorme en el mundo.

Pero para que funcione, debemos ser compasivos y ocuparnos de los demás en cada momento del día. Y cuando no podemos hacerlo, debemos comprometernos a encontrar el bloqueo que está limitando nuestro amor.

¡Esta semana sé un modelo a seguir. No le digas a todo el mundo cómo debe comportarse todo el tiempo. Da un buen ejemplo con tus propias acciones. Cuando lo hagas, las personas lo percibirán. Es algo que percibirán al nivel del alma y eso activará una fuerza positiva en su interior también!


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