domingo, 7 de febrero de 2010

El pasado


Según Marco Tulio Cicerón (político, filósofo, escritor y orador romano; 106 adC-43 adC), "El que no conoce su historia, toda su vida será un niño." Pero, ¿qué hacer para conocer nuestra historia? Esta enseñanza nos propone una actitud de sacrificio respecto de nuestro pasado que nos lleve a desapergarnos del él para aprender tanto de la experiencia individual de la colectiva.

Pero nos surgen más preguntas. ¿Quién puede desapegarse de su pasado? Y aún más, ¿quien puede desprenderse del condicionamiento producido por sus experiencias a través de las vidas y las muertes?

El condicionamiento producido por el pasado es una de las primeras dificultades que encontramos al procurar desenvolvernos espiritualmente. El pasado es un peso tan grande que a veces nos hace sentir impotentes para adelantar como deseamos. Cuantas veces oímos decir:"Quisiera ser mejor pero no puedo; vuelvo siempre a lo mismo, a ser como era."Hasta quienes están muy dedicados a su trabajo interior muy frecuentemente enfrentan el pasado como a un enemigo que, en forma de impulsos, recuerdos y habitos, les impide adelantar como anhelan".

"Yo siempre fui así", " me educaron de esta manera","esto me dio resultado","eso ya lo probé y fracase", son solo unas pocas de la infinidad de disculpas que encontramos para absolvernos y asentarnos en lo que ya pasó.

Krishnamurti decía: "Recordar es vivir el pasado y atarse a el".Atarnos a nuestro pasado hace que nos perpetuemos en nuestros errores y nos vanagloriemos de los éxitos ya pasados. Si bien las estas actitudes tienen raíces de índole psicológica ya que nos ayudan a justificar los errores con razones que nos exoneran o a sentirnos importantes recordando nuestros éxitos, por otro lado esas mismas actitudes nos impiden ver la posibilidad que nos brinda el presente de realizar los cambios que nos ayuden en nuestro desenvolvimiento.

Por otra parte, estudiar el pasado con desapego y objetividad nos enseña a corregir errores y a mejorar nuestros aciertos. El pasado es la retroalimentación que nos da perspectiva sobre lo que nos ocurre en el presente. Es bien conocido el adagio:"Aquellos que no estudian su historia están condenados a repetirla."

No todo lo que ocurrió en el pasado ha sido desafortunado o frustrante; también hemos tenido experiencias exitosas y estimulantes. Sien embargo necesitamos dejar atrás tanto esas buenas experiencias como las negativas para poder seguir aprendiendo. El éxito de ayer es recién un verdadero éxito cuando construimos sobre el en el presente y nos mantenemos abiertos para enriquecerlo con una visión cada vez mas amplia e incluyente.

El proceso de maduración y expansion del estado de conciencia presupone aprender del pasado y tambien desprenderse de el.

Fuente : Cafh un camino de desenvolvimiento- Enseñanzas - Sacrificio

2 comentarios:

Búsqueda Interior dijo...

Muy buen artículo gracias por su aporte.

Un fuerte abrazo !!!

Adriana Alba dijo...

Que bella entrada! gracias por compartir!

abrazos de Luz!