
Cuando miramos en nuestro interior no hallamos sentimientos de gran elevación.Nuestras acciones no muestran fácilmente el aspecto espiritual de nuestras vidas. Entonces nos inclinamos a pensar que el reino de lo espiritual y de lo divino esta fuera de nosotros, que es un estado que tenemos que descubrir en algún lugar.Buscamos fuera de nosotros la solución a la relación entre lo divino y lo humano: procuramos hallar la formula de la salvación, la intercesión milagrosa, el toque mágico que abra las puertas de lo trascendente. Tenemos la idea de que siempre hay alguien o algo entre lo espiritual y lo material, entre Dios y el ser humano.
Desde la época de los egipcios, en la que el pueblo y el sacerdote estaban en mundos diferentes, hemos avanzado mucho;hoy el horizonte que se abre ante nosotros, gente común, respecto de nuestros derechos a la realización parece casi ilimitado. Pero todo horizonte marca lo que esta mas allá de el: lo desconocido. Cuanto mas sabemos, mas conscientes somos de lo que no sabemos, y esto profundiza en nosotros el anhelo de Dios.
Las personas que han dedicado toda su vida a la realización del ideal espiritual nos parecen extraordinarias, ajenas a nuestra condición de personas comunes, ordinarias. Nos parece que viven en un mundo diferente del nuestro, sin los problemas y vicisitudes que nosotros tenemos que enfrentar.
Sin embargo, los buscadores de Dios siempre lo han encontrado en si mismos. Ellos enseñaron que el camino del desenvolvimiento es individual y que la realización espiritual es interior. También han recalcado que la búsqueda de Dios ha de llevarse a cabo con método, determinación, perseverancia y amor.
del libro Vivir Conscientemente de Jorge Waxemberg
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